martes, 14 de mayo de 2013

Con ánimo de provocar…


Hace un tiempo que escribo con ánimo de provocar…de provocar el debate sobre los temas que tienen que ver con la vida diaria de nuestra ciudad, a la que todos queremos y deseamos esté cada día más linda y más amigable.
Creo que el debate enriquece, que nos hace involucrar en eso de ir dándole la forma y el estilo que queremos para nuestra Salta.  Como un alfarero de los valles cuando moldea con sus manos la cerámica, cada opinión que damos, cada vez que nos involucramos en un tema del barrio o que participamos en una institución, cada vez que votamos, nos transformamos en autores de la Ciudad de Salta. 
No todos estamos en las decisiones, pero si somos responsables, por hacer o por dejar hacer.
Escribí y hablé de nuestro Defensor del Pueblo, sobre un hecho concreto que marcó claramente la necesidad de democratizar, en serio, su designación. 
Escribí y hablé sobre el nombramiento de los miembros del Tribunal de Cuentas Municipal, quienes deben controlar los dineros de los contribuyentes, que requiere un nuevo mecanismo de designación que nos garantice a los ciudadanos que sean verdaderamente externos e independientes del gobierno de turno.
Escribí y hablé sobre la falta de responsabilidad social de Refinor S.A. al pretender desalojar al Atléticos Beisbol Club de su predio en Chachapoyas y de la plancha del Gobierno de la Ciudad, quien no acompaña a la comunidad del club en su negociación con Refinor.
Escribí y hablé acerca de Manchalá, de la oportunidad que perdimos al destruir este pequeño monumento que simbolizaba lo que nunca más queremos vivir en Argentina. La violencia en la lucha de ideologías.
Escribí y hablé del estilo que muestra este Gobierno municipal y su bloque de concejales, tan lejano de la gente y su opinión, como fue el caso de San Luis.
El caso es que cada vez que escribí o hablé, quien se sintió aludido trató de descalificar mi opinión diciendo: “José Gauffin quiere ser candidato”, “Es fácil hablar cuando no tenés responsabilidades sobre tus espaldas”, “Quiere ser candidato a concejal” o “Es fácil hablar desde afuera”. ¡Que pobres respuestas!
Planteo un debate de ideas, una discusión sobre valores, aspiro a que fijemos posiciones. Busco que, desde la honestidad intelectual, se pueda construir un diálogo y un trabajo para que tengamos una Salta mejor. Que seamos respetuosos y honestos con los vecinos y se den opiniones claras. Que no haya doble discurso, o inentendibles como escuchamos a diario, que un día se dice una cosa y al otro se huye para no debatir.
Pues bien, para despejar dudas, para no dar motivo a no hablar sobre el tema planteado, para que no se vayan por la tangente y nos centremos en lo que la gente quiere realmente. Lo voy a decir con claridad:

Sí, quiero ser candidato a concejal de la Ciudad de Salta. 

Sí, quiero volver al Concejo de Deliberante para impulsar su crecimiento como institución, que se transforme en una verdadera caja de resonancia de los vecinos, ampliando los mecanismos y posibilidades de su participación.

Sí,  quiero ser concejal de Salta para aportar a la iniciativa legislativa que debe tener el Concejo Deliberante, abandonada por los bloques oficialistas.

Sí, quiero ser concejal de Salta para contribuir a que los salteños dejemos de esperar lo mejor, que cada año nos dicen “está por venir” y estar cerca de la gente y sus problemas.

Sí, quiero ser concejal de la ciudad para ayudar a fortalecer su decaída responsabilidad de control de la gestión municipal y de los fondos de los contribuyentes, establecido en la Carta Municipal.

Sí, quiero, para que comencemos a hablar de seguridad que nos preocupa, del tránsito que nos agobia, de planificar las obras que necesitamos, optimizado sus costos, de transparencia en verdad, de calidad institucional y de identidad propia.

Sí, quiero, porque sé que la sustentabilidad de una ciudad tiene que dejar de ser un discurso y transformarse en un compromiso diario para con nuestras próximas generaciones.

Sí, quiero ser concejal porque tengo espalda y experiencia para hablar desde adentro y para asumir la responsabilidad, sin que me pese ni me exceda. 

Sí, quiero, dejemos de lado esto por ahora…y discutamos ideas para Salta.

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